El verano es una época idónea para tomar el sol. Nos da un bonito color de piel que nos favorece y estimula la síntesis de vitamina D. Pero hay que tomarlo de manera racional y moderada, pues puede causar efectos indeseables como el cáncer de piel, el envejecimiento prematuro de la misma, arrugas, manchas o quemaduras solares, entre otros.
La salud y el buen estado de los órganos dependen, en gran parte, de la alimentación y la hidratación. La piel es el órgano más grande del cuerpo y refleja sin tapujos la carencia de vitaminas, minerales, oligoelementos, proteínas o agua. Para mantenerla sana, luminosa, tersa y prevenirla de un envejecimiento prematuro debemos optar por una correcta hidratación y una dieta variada y equilibrada donde abunden las frutas, hortalizas y las verduras así como las proteínas, fibra, agua y grasas esenciales.
La mayoría de nosotros buscamos broncearnos durante el verano. Nos vemos más guapos y jóvenes y nos sube la autoestima. Pero para conseguir un bronceado parejo y bonito, la piel debe estar saludable antes de comenzar a exponerla al sol. Hay que exfoliarla e hidratarla en profundidad, pasos que nos permitirán tener la piel suave, tersa, sin células muertas y con una textura uniforme y lisa. Para broncearnos de forma progresiva y uniforme es recomendable seguir una serie de consejos prácticos. Entre ellos, utilizar cosméticos adecuados al tipo de piel y a la temporada del año, realizar exfoliaciones periódicas, masajes, utilizar cremas, sérums y fotoprotectores y, por supuesto, cuidar la alimentación.
¿Cómo conseguir un buen estado de la piel? ¡Sigue los consejos de nuestra experta!
Estos tentempiés ligeros resultan mucho más nutritivos, sanos y saludables para nuestra piel que los dulces, la bollería, los embutidos y las golosinas.
La zanahoria, el melocotón, el mango, el albaricoque, el melón, las fresas, las cerezas, la papaya, la sandia, la frambuesa, el tomate, el brócoli, la calabaza, la remolacha, las espinacas o la lechuga, entre otros, son alimentos que aceleran el bronceado porque contienen betacarotenos, pigmentos precursores de la vitamina A. Esta mejora la tersura de la piel, la protege de la radiación solar y del envejecimiento. Conviene empezar con ellos quince días antes de tomar el sol y tomarlos durante todo el periodo de verano en abundancia.
Existen otros vegetales esenciales por su alto contenido en vitamina C. Tienen propiedades antioxidantes, refuerzan el sistema inmunológico y ayudan a tener una piel luminosa. La vitamina C se encuentra en la naranja, el limón, la mandarina, el pomelo, el kiwi y fresa, entre otros. También está en vegetales como la coliflor, la col, soja, la patata, los tomates, el perejil y los pimientos.
Para prolongar el bronceado son fundamentales los ácidos grasos. Los ácidos grasos omega 3 presentes en los aceites vegetales, el pescados azul (salmón, atún, sardinas, caballa, anchoas…) y los frutos secos (nueces, avellanas…) hidratan la piel y le dan elasticidad y belleza.
Así pues, con una alimentación variada y equilibrada, una correcta hidratación, una exposición solar moderada y un uso correcto de fotoprotectores, podrás lucir una piel perfecta y un bronceado precioso y saludable.
Información: Dra. Montse Folch
Hospital Quiron Teknon
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