EL CUPPING FACIAL: EL LIFTING NATURAL CON VENTOSAS

Conseguir depurar la piel del rostro, descongestionando el sistema linfático, estimulando la circulación y aliviando la tensión muscular, es la base de un tratamiento de belleza ideal y saludable. Este tratamiento no invasivo, rejuvenecedor y muy relajante, se logra gracias al cupping facial.

Al igual que con las ventosas corporales, el objetivo es estimular y eliminar toxinas para una tez radiante y sana. La diferencia reside en el procedimiento: en el tratamiento facial, las copas se mueven continuamente, por lo que no hay incidencia de hematomas.

Se trabaja escote, cuello y rostro, dando como resultado un masaje del tejido que estimula la circulación sanguínea y el drenaje de los nódulos linfáticos. Los tejidos reciben un suministro nuevo de oxígeno y nutrientes; y se eliminan los desechos de las células y otras sustancias dañinas, activando la formación de colágeno y elastina. Cualquier producto de belleza utilizado durante y después del tratamiento se absorbe mejor y es más efectivo. Las retenciones de líquidos también se drenan, los músculos faciales se relajan y se estimulan las fascias (láminas de tejido conjuntivo, principalmente de colágeno, debajo de la piel, que proporcionan elasticidad y firmeza).

Las propiedades de este método ancestral van desde reducir la hinchazón (mitigando ojeras y doble mentón), suavizar las líneas finas y las arrugas, reafirmar los pómulos y óvalo facial o tratar cicatrices. Al mismo tiempo, con la presión inversa, se limpian los poros y se alisa la piel, dándole suavidad, luminosidad y tersura.

El efecto antinflamatorio es una buena opción en caso de acné o rosácea. Esto sí, prestando especial atención al cosmético utilizado.

Los beneficios no son solo estéticos, esta técnica también tiene beneficios terapéuticos. Es útil para pacientes que padecen dolencias relacionadas con el área de la cabeza y del cuello como, por ejemplo, dolores de cabeza, migrañas, infecciones sinusales, parálisis facial, dolor de oídos, problemas mandibulares, etc. Además, los efectos también se notan a nivel de reflexoterapia, trabajando todo el rostro, se equilibra y relaja todo el cuerpo.

Las contraindicaciones son pocas: evitar el tratamiento en los tres primeros meses de embarazo y en personas con severos problemas de piel o lesiones recientes.

Procedimiento:

Una sesión de cupping facial dura unos 30 minutos. Se empieza limpiando la piel, siguiendo con una suave exfoliación y la aplicación de aceites orgánicos terapéuticos que se adapten al tipo de piel y de tratamiento.

Se administra un ligero masaje en la cara, el escote y el cuello y luego se empieza con la técnica.

Existen en el mercado distintos juegos de ventosas, ya sea para uso doméstico o profesional. Las de uso doméstico, son más fáciles de utilizar, pero por consecuencia, no son tan precisas ni tan efectivas. Además, el material que queda en contacto con la piel es silicona. El procedimiento es el mismo, succionando y luego resbalando las copas en el único sentido del sistema linfático. Abriendo primero los nódulos del cuello y luego direccionando suavemente las ventosas desde el centro hacia los lados de la cara.

En los kits de ventosas profesionales, encontramos hasta cuatro distintas medidas de copas de cristal y la pera de succión, de goma. Diseñadas específicamente para tratar cada una de las zonas del rostro.

Debido a que la succión se crea con los dedos, la técnica reside en el control de la intensidad de la presión inversa, así como en la velocidad de deslizamiento.

Hay que recomendar beber mucha agua después del tratamiento para una mayor depuración. Si se sigue un estilo de vida sano y con una dieta alcalina, los resultados pueden durar hasta dos semanas, y es acumulativo.

Inicialmente, es ideal trazar un plan de sesiones frecuentes; de 1 a 2 por semana en 8 semanas consecutivas. Así, se podrán apreciar al máximo los resultados. Para mantenimiento, se puede programar una o dos veces al mes.

Como terapeuta, después de experimentar durante mucho tiempo con un gran abanico de kits de ventosas de distintas formas y materiales, me he dado cuenta de su efectividad y también de sus carencias. Sobre todo, por los aspectos que confieren la forma y el material.

A raíz de esto, empecé hace un año, un estudio de desarrollo de una nueva pieza con la ceramista Miriam Cernuda, con la intención de cambiar el material (más poroso y con mejor sensación térmica), y conseguir una forma más ergonómica. Por último, simplificar los tamaños, o sea, el número de ventosas.

Después de un largo estudio e infinidad de pruebas, el resultado es una ventosa de cerámica con un esmalte especial, de tacto sedoso, y con una pera de succión fisiológicamente inocua, (libre de ftalatos, cadmio, y látex).

Con un diseño muy cuidado y de uso fácil, que facilita la técnica y es apta también para autotratamientos de uso doméstico.

Después de todo este trabajo de investigación, y con esta nueva pieza, he llegado a la conclusión que el tratamiento del cupping facial es ideal combinado con otros tratamientos; como un ritual que combine masaje facial con masaje de estimulación con herramientas (por ejemplo, el gua-sha), seguido de cupping y terminando con un suave drenaje linfático manual. Es una terapia muy completa y alcanza a tratar los pilares básicos de un buen tratamiento antiedad, de belleza holística, y con resultados a largo plazo.

Información:
Mariona Vilanova
Passeig de Gràcia, 26 2º 1º
08007 Barcelona
Tel. 695.93.88.49
marionavilanova.com
@marionavilanova