Una alimentación donde primen los lácteos, las espinacas, el pescado azul o el aceite de oliva es clave durante el verano para unas uñas fuertes e irrompibles, pero también dejar de comprar lacas agresivas que las dañen y hagan que nuestro objetivo sea cada vez más complicado. Especial atención debemos tener en playas y/o piscinas, siempre atentas a la hidratación, el limado frecuente o el uso adecuado de productos que ayuden a su regeneración y cuidado.
Berenice Espejo, manicurista de la firma californiana Entity, señala ciertos agentes agresivos presentes en determinadas lacas, como una de las consecuencias del mal estado de
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