NOVEDADES ANTIEDAD: CÓMO GANAR LA BATALLA AL TIEMPO

Es uno de los principales retos en estética: que los años no se reflejen en nuestra piel. Y para conseguirlo, lo primero que debemos tener en cuenta, es que ya no vale todo. Una de las prioridades es mantener la naturalidad y los rasgos personales. ¿Cómo lo hacemos posible? gracias al “envejecimiento dirigido”. De esta forma, iremos corrigiendo los estragos que el tiempo provoca en la piel, incluso podemos adelantarnos a ellos, pero lo haremos de manera sosegada, sin obsesionarnos, dirigiendo los cambios que se producen hacia una mayor armonía. Es decir, se trata de envejecer, sí, pero con cabeza y con las técnicas más punteras.

Clave: alimentar nuestras células

Los cambios tecnológicos que más nos han ayudado, son los que trabajan adelantándose a las necesidades que nuestra piel va a ir reclamando con el paso de los años. Y tienen que ver con la combinación de tecnologías punteras y principios activos muy desarrollados. ¿Los más novedosos y eficaces? Los tratamientos que trabajan “alimentando” nuestras células, basados en la celuloterapia o en la acción de enzimas mensajeras que consiguen adelantarse al proceso de envejecimiento y, por lo tanto, son magníficos tratamientos antiedad.

En el caso de la celuloterapia se consigue gracias a las células biointegrales activas. Mantienen su integridad biológica y su extraordinaria fuerza vital. Se adaptan además a la edad fisiológica de la piel y a la identidad hormonal diferenciando la piel femenina de la masculina. Algo que debemos tener en cuenta a la hora de trabajar los tratamientos antiedad. Cuando hablamos de las enzimas mensajeras, nos referimos a su manera de estimular, de forma natural, los receptores de nuestra piel. Consiguen activar el sistema linfático y circulatorio y alimentar las células para formar rápidamente una piel renovada y sana. Conseguimos exfoliar, alisar, unificar el tono, reafirmar y recargar las células vivas, en tan solo 20 minutos.

Lo ideal es combinarlos con tecnologías que se encarguen de aportar energía a nuestras células, como la magnetoterapia, y de entrenar la musculatura para restaurar la fuerza juvenil perdida. De esta manera logramos relajar y contraer los músculos, tonificarlos y reducir, de manera muy visible, las líneas de expresión y las arrugas profundas, aumentando la circulación sanguínea y tonificando la musculatura facial. Gracias a los principios activos, aportaremos nutrientes y regenerantes, con diferente carga molecular, capaces de rellenar y reparar la piel a nivel celular.

Radiofrecuencia de tercera generación 

No es algo nuevo afirmar que, gracias a la radiofrecuencia, se consiguen grandes resultados a la hora de rejuvenecer. Al aplicarla se producen más células especializadas, aparecen más “soldaditos” encargados de formar ácido hialurónico, colágeno y elastina.

Por eso, no es de extrañar que la tecnología haya seguido investigando para potenciar sus resultados consiguiendo trabajar en 3 profundidades del tejido, creando un calentamiento muy rápido y alcanzando la temperatura óptima más rápidamente, realizando 3 arcos de radiofrecuencia. Los resultados son más rápidos, y el rejuvenecimiento se mantiene durante más tiempo.

Además de su efecto antiaging, de manera inmediata, se siente la piel mucho más confortable, muy hidratada, jugosa, con un plus de luminosidad extraordinario y los pómulos y el óvalo facial recolocados. Las arrugas de expresión atenuadas y un rejuvenecimiento facial generalizado.

Otro gran aliado: el láser de carbono

A veces, el tiempo con el que contamos en nuestra vida diaria para dedicarnos a nosotros mismos no es todo el deseado. Y por eso necesitamos recurrir a tratamientos que nos permitan seguir con nuestra agenda diaria, con nuestros viajes y ausencias más prolongadas. En este caso, una de las tendencias que mejores resultados nos está dando es el uso del láser de carbono. Trabaja realizando un peeling a través de una mascarilla de carbono activo. Su objetivo es rejuvenecer, estimulando la creación de colágeno y elastina. Y además consigue difuminar manchas y arrugas en pocas sesiones espaciadas. Se consigue un rejuvenecimiento muy marcado y nos ayuda a mejorar el grosor de las fibras de colágeno ya existentes y estimular la generación de nuevas fibras.

Una vuelta a grandes clásicos manuales

Cuando se trata de ganarle la batalla al envejecimiento, sigue sorprendiéndonos la gran eficacia demostrada de tratamientos que son un valor seguro. Si combinamos las terapias manuales con los ingredientes activos más potentes estaremos activando la microcirculación, aumentando la capacidad de la piel para absorber los ingredientes activos y los nutrientes y elevando sus niveles de oxígeno. Habremos conseguido un efecto lifting con total naturalidad sin olvidarnos de los grandes beneficios que aporta una terapia manual a nuestro estado de ánimo.

La constancia y la prevención, las mejores aliadas antiaging   

Pero ninguno de los avances, tecnológicos o manuales, servirían de mucho si no aplicamos la lógica de la constancia. Quién viene a nuestros centros busca precisamente sentirse bien, joven, pero con una lógica de lo natural, sin artificios. Y saben que, para conseguirlo, deben acudir al menos dos veces por semana para recibir tratamientos que reeducan su musculatura, que trabajan la prevención consiguiendo un doble objetivo: cuidarse de manera saludable, sin tratamientos agresivos, y mantener un aspecto mejorado y prolongado en el tiempo. El objetivo es siempre el mismo: ayudar a nuestras células, a nuestro organismo a que trabaje mejor. No esperan a que las arrugas sean excesivamente pronunciadas o a que la flacidez o la papada hagan su aparición. Previenen. Es la mejor receta antiedad. Como hacer deporte. La filosofía es la misma.

Información:
Carmen Navarro
Directoria y fundadora
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