¡ADIÓS, MANCHAS! ¡BIENVENIDA, LUMINOSIDAD!

Las manchas son una de las mayores preocupaciones de nuestras clientas porque son uno de los efectos más visibles del sol después de las vacaciones. El mejor remedio es evitar que aparezcan protegiendo el rostro de la exposición solar siempre con un SPF 50, tanto en la playa como en la ciudad, y limitando al máximo esa exposición.

Las manchas en la piel son el resultado de la diferente distribución de la melanina y las células que la producen, los melanocitos. La melanina es el pigmento que nos permite protegernos de los rayos solares, por tanto, al exponernos al sol, los melanocitos segregan más melanina.

Existen tres tipos fundamentales de manchas que aparecen con la exposición solar:

• El melasma: son manchas irregulares y marronáceas en la cara –fundamentalmente en la frente, pómulos y el labio superior- y también pueden aparecer en cuello y antebrazos. Su aparición es muy frecuente a partir de los 20 años y especialmente con el embarazo o la toma de anticonceptivos, tienen un importante componente hormonal. Pueden durar años y su tono aumenta durante los meses de verano ante una mayor exposición solar. Son benignas, aunque bastante antiestéticas.
• El lentigo: se trata también de pequeñas manchas de coloración parduzca que aparecen en cualquier zona del cuerpo y que a diferencia de las pecas no cambian de color con la exposición solar. Afecta a zonas fotoexpuestas como son cara, cuello, escote y brazos y suelen estar relacionadas con una larga exposición solar y quemaduras intermitentes.
• Las pecas son acumulaciones de pigmento de coloración parduzca, redondeadas y no uniformes que se localizan más frecuentemente en zonas fotoexpuestas como cara cuello y brazos en personas de piel blanca, se intensifican con la radiación solar y son más visibles en verano.

Cada caso particular requiere de un tratamiento completamente personalizado, pero son varios los protocolos y los dispositivos con los que contamos en nuestro centro para tratar las manchas y mejorar su apariencia.

Los peelings químicos son uno de nuestros grandes aliados para tratarlas, se trata de tratamientos dermocosméticos que eliminan total o parcialmente las capas más externas de la piel para provocar su regeneración y se eliminen lesiones superficiales como algunos tipos de manchas, cicatrices, arrugas… Uno al que nos gusta especialmente recurrir es el Peeling Despigmentante en Cuatro Fases, a base de vitamina C, es apto para pieles sensibles y no fotosensibilizante.

Se trata de un protocolo antioxidante, despigmentante y reafirmante que además activa la oxigenación celular. Gracias a la vitamina C la piel recupera hasta las pieles más apagadas. Un completo tratamiento no fotosensibilizante y ¡apto incluso para escapadas de última hora a la playa!, que combina ácido glicólico, diatermia, un activo aclarante a base de Boerhavia Diffusa, un despigmentante inteligente que identifica la mancha y actúa antes, durante y después del proceso de síntesis de melanina; y Bellis Perennis Peel Extract, extracto de margarita que inhibe la tirosinasa y disminuye el exceso de pigmentación, y una mascarilla despigmentante. Este tratamiento promueve la renovación celular, ilumina y aclara las manchas, estimula la producción de nuevo colágeno e iguala la tez minimizando arrugas e imperfecciones superficiales, elimina las marcas de acné y proporciona un efecto luminosidad inmediato.

Un paso más allá de la exfoliación está la microdermoabrasión, un peeling mecánico que elimina las capas superficiales de la piel que presentan manchas arrugas o lesiones y al mismo tiempo estimula la renovación de la piel. Se realiza utilizando un pequeño instrumento que absorbe las células muertas y trata la piel con micro cristales de óxido de aluminio o zinc.

Si hablamos de aparatología, también hay que mencionar la luz pulsada o IPL, una de las tecnologías más efectivas, eso sí, no es recomendable utilizarla para las manchas melasma puesto que puede empeorarlas.

La luz intensa pulsada o IPL emite una banda ancha de luz que permite tratar a la vez, manchas, venitas o textura cutánea rugosa y, así, mejorar globalmente la calidad de la piel, al estimular la formación de colágeno. La energía de la luz actúa en las capas más superficiales de la piel para recuperar gradualmente su tonalidad y textura y combatir las manchas.

También la tecnología láser plasma, un novedoso láser que produce una ionización de los gases presentes en el aire, formando un microrrayo entre la punta de disparo y la piel del paciente, lo que nos permite realizar una sublimación precisa de la zona que queremos tratar sin dañar el tejido circundante. Produce una vaporización de las lesiones que queremos eliminar.

Y de tres tecnologías nos servimos en el tratamiento Whitening Pro, diseñado especialmente para borrar las manchas, regular la síntesis de melanina y homogenizar el tono de la piel a la vez que la ilumina. Se utilizan pulsos magnéticos que activan la microcirculación dérmica de la piel para acelerar renovación celular.

Gracias a ellos se consigue una mayor penetración de los activos –unas cápsulas blanqueantes Whitening APL que contienen tres potentes activos que combaten la hiperpigmentación- que se introducen a continuación a través de iontoforesis mediante unos cabezales a medida que se cargan con unas cápsulas de tratamiento específicas que se activan con luz led azul.

Información:

Patricia Cuenca

Directora Técnica

Oxigen

Bori i Fontestà, 14

08021 Barcelona

www.oxigenbellesa.com

@oxigen_bellesa