FLANCOS Y VIENTRE: ¡LA GRASA MÁS REBELDE!

La grasa localizada en flancos y vientre puede ser genética, algo que da respuesta a todas aquellas personas con tendencia a acumularla visiblemente en estas zonas, aunque es cierto que, en este tema, cada género tiene su particular caballo de batalla: las mujeres suelen acumular de forma más repartida, siendo más frecuente en vientre, flancos, cartucheras, brazos… mientras que el abdomen suelen ser la principal preocupación para los hombres. Por otra parte, también es característica la grasa que se acumula de forma localizada a medida que vamos cumpliendo años. Durante la menopausia, por ejemplo, es muy frecuente que aparezca ese antiestético «flotador» o michelín, incluso en personas que siempre han estado como suele decirse “lisas como una tabla”.  Se trata de un acúmulo de grasa en zonas que preocupan bastante, ya que incluso nos puede llevar a descartar el uso de determinadas prendas de ropa con las que ya no nos sentimos del todo seguros.

Eliminar la grasa localizada en partes concretas de nuestro cuerpo resulta todo un reto. La que se acumula en los flancos, además, es especialmente complicada de eliminar. Normalmente, para perder grasa localizada la solución pasa por tomar medidas genéricas en nuestra alimentación, nuestra actividad física y otros hábitos (no fumar ni beber alcohol, descansar suficientes horas, etc.) que nos ayudan a perder volumen y peso de forma generalizada y, por tanto, también en las zonas a combatir. En lo referente a la dieta, existen determinados alimentos que, por sus propiedades, nos pueden ayudar a acelerar la pérdida de grasa como, por ejemplo, las legumbres, los frutos secos, la proteína animal, las frutas con vitamina C… Respecto a la práctica de ejercicio, debe ser tanto cardiovascular (para ayudar a quemar y consumir la grasa) como específico de esa zona, para tonificar y trabajar esa área más en profundidad.

Pero, como eliminar la grasa localizada simplemente a base de comer bien y hacer ejercicio es extremadamente complicado, siempre podemos acudir a tratamientos corporales que aceleren el proceso y con los que lograr resultados realmente extraordinarios. Estos deben tener unas características comunes: atacar la grasa localizada; acción drenante, ya que el abdomen es una zona donde se suele retener líquido, y acción tonificante y reafirmante, ambas fundamentales puesto que estamos trabajando un área continuamente sometida a distensiones (nos hinchamos si tenemos gases, en periodo premenstrual, en el embarazo…), por lo que la piel sufre muchos cambios repentinos que hacen que pierda elasticidad. Hablamos, por tanto, de tratamientos no invasivos que combinan la aparatología de última generación combinada con masajes enérgicos con poder drenante que no solo consiguen reducir volumen donde lo deseamos, sino también mejorar la textura de la piel, alisándola y eliminar los depósitos de grasa.

Entre los tratamientos para eliminar la grasa localizada en flancos y vientre destacamos:

– Radiofrecuencia: es la reina de la síntesis de colágeno y elastina, por lo que conseguiremos un efecto firmeza muy intenso. La grasa también se ve afectada, y queda lista para que, en un plazo de 8 horas, nos encarguemos de quemarla con un poco de ejercicio.

– T- Shape: esta aparatología combina tres técnicas. A la radiofrecuencia y el masaje subdérmico, similares a los tratamientos que hemos explicado antes, añadimos un láser lipolítico, que construye microcanales temporales (no definitivos) en la superficie del adipocito para que pueda liberar mejor la grasa. Si el acúmulo de grasa es grande y está endurecida, éste es el tratamiento que elegiríamos, ya que es el que ataca más «frentes».

– Alliance:  el masaje subdérmico que realiza en nuestro cuerpo el manípulo estimula el adipocito de manera mecánica para que libere la grasa al exterior, imitando al proceso fisiológico que se desencadena cuando necesitamos energía. Poco a poco las células van haciéndose más pequeñas, por lo que los depósitos de grasa disminuyen. Además, el sistema de vibración estimula a los fibroblastos para que formen colágeno y elastina y se refuerce la malla de sostén.

– Masaje manual: un masaje enérgico para movilizar la grasa acumulada y para tonificar la piel. Es un recurso que funciona bien, aunque es cierto que suele realizarse como complemento al trabajo de sesiones con aparatología, por lograr ésta un efecto más intenso y rápido que el manual.

En cualquiera de los casos, para este tipo de tratamientos siempre recomendamos un mínimo de 12 sesiones, distribuidas dos a la semana para realizar primero un protocolo de choque y, después, un mantenimiento de una sesión al mes.

Lo ideal como complemento a los tratamientos en cabina sería acompañarlos con el uso de una crema reductora que nos ayude a eliminar la grasa y a reafirmar.

Información:
Elena Ramos y Marta Barrero
Farmacéuticas, expertas en dermocosmética
y directoras de The Secret Lab
C/ Zurbano, 4
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Tel. 91-029.11.59
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