LA IMAGEN DE MARCA COMO CLAVE PARA SITUARTE POR ENCIMA DE TU COMPETENCIA

Trabajar la marca puede parecer un poco abstracto y quizá algo que en negocios de estética podemos pensar que no es necesario. Créeme que es todo lo contrario si quieres hacerte un hueco y ocupar el primer puesto en la mente de tu cliente o tu cliente potencial.

Lo primero que debes grabarte a fuego es que la marca, tu marca, va mucho más allá de un logotipo bonito y bien trabajado. Ha de inspirar valores por sí misma, se ha de asociar a tu filosofía, tu identidad, la esencia de tu negocio, tu especialización (si la tienes). ¿Por qué es importante que transmita todos estos conceptos? Porque es uno de los puntales para atraer al cliente que tú quieres. Una imagen de marca coherente y bien trabajada te va a ayudar a atraer al tipo de cliente que quieres para tu negocio.

¿Cómo trabajar la imagen de marca?

Es importante que tengas en cuenta que es un trabajo que toma tiempo antes de empezar  a ver los primeros resultados. Por lo tanto, plantéate que es un plan a largo plazo que debes ir trabajando día a día.

• Definir tu propuesta única de valor o tu ventaja competitiva. Tu propuesta única de valor es aquello que solo tú tienes, por eso es única. Es aquello que el cliente solo identifica contigo porque da solución a un problema o satisface una necesidad. Ejemplos: tienes lo último en aparatología (en este caso, una de tus propuestas de sería la innovación), o en tu centro ofreces servicios más allá de la estética con medicina estética, nutrición, entrenamiento, terapias, peluquería… (en este caso tu propuesta sería integral o global), o tu propuesta de valor es un masaje específico con unos resultados determinados que solo tú consigues. Hay que hacer un análisis de qué es aquello que hace que tu negocio sea diferente o único, o que lo sitúa por encima de la competencia.
• Tu marca ha de ir asociada a una promesa. Aquí te estás comprometiendo con lo que recibirán tus clientes y lo que harás por ellos. Ten en cuenta que tu promesa debe ser relevante para tu cliente y también diferencial, ya que que has definido una propuesta única de valor. Puede basarse en un beneficio (racional o emocional) que debe conectar con tu público. Tener claros tus valores de marca, te va ayudar a humanizarla. Por ejemplo, en el caso de las marcas cosméticas, hay marcas que se asocian a eficacia por sus resultados, otras a experiencia por sus protocolos, otras a sofisticación por el tipo de formulaciones y packaging…
• Consistencia. Todos tus mensajes y tu comunicación deben ser coherentes. Por ejemplo, si la filosofía de tu centro es slowbeauty con marcas de certificado eco, las infusiones que ofreces deberían ser ecológicas, los tonos de las paredes y el mobiliario muy naturales (por ejemplo, la mente del consumidor nunca va a asociar el color fucsia a ecológico), la decoración en materiales nobles, y que trabajes todo muy manual. En principio, tendría cabida la aparatología tipo láser o última generación, a no ser que crees una filosofía específica que lo sustente, que le dé sentido, es decir, que le dé coherencia y consistencia.
• Emoción. Las personas tenemos una necesidad psicológica básica de sentirnos conectados con otros, y esos vínculos afectuosos de las relaciones cercanas son una parte importante de la conducta humana. Por lo tanto, ser capaces de generar emociones en el otro ayuda a crear un lazo, y la idea es que tu imagen de marca genere lazos y compromiso con tu cliente. El 95% de las veces, las decisiones de compra son emocionales, y eso se produce porque hay algo que nos conecta como por ejemplo: me voy a sentir mejor, mi salud mejorará, seré la más elegante de la fiesta o de la cena, con este maquillaje no se me notarán los granitos, o las cicatrices, o las manchas… Trasladado a la marca de tu centro: el cliente, tanto el que lo es, como el todavía no, ha de ser capaz de imaginarse y sentir con antelación lo que le espera gracias a la percepción, a lo que transmite tu imagen de marca, tu mensaje. ¿Por qué? Porque queramos o no, la mayoría de las veces no podemos evitar tener expectativas o ideas preconcebidas.
• Participación de tu equipo. Tu equipo, más allá de su profesionalidad técnica, es también imagen de tu centro, y por tanto imagen de marca. Deben conocer los valores de tu negocio, la filosofía, la cultura empresarial. Por ejemplo, si tus redes sociales son cercanas y con un punto divertido de vez en cuando, no sería coherente que la persona que descuelga el teléfono sea seca y distante.

Si trabajas bien tu imagen de marca conseguirás ser la primera referencia que acudirá a la mente del consumidor, del cliente que tú quieres, cuando piense en estética o quiera recomendar un centro de estética. ¿Por qué? Porque asociará tu marca a determinados valores que previamente te has preocupado en trabajar.

Ahora que has visto cómo empezar a trabajar tu marca y la importancia de trabajarla, es vital que te hagas las siguientes preguntas: ¿Qué dice de ti? ¿Transmite realmente un mensaje de peso? ¿Deja huella? Te invito a que preguntes a tus clientes de más confianza a qué asocian tu marca, seguro que te sorprenden sus respuestas y obtendrás material valioso para empezar a trabajarla.

Información:

Yvonne López Balmaña
Experta en marketing y ventas para profesionales de la estética
www.yvonnelopezbalmana.com
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