La sonrisa perfecta, ¿salud o estética?

Hoy día, con la influencia de los medios de comunicación y de las redes sociales, el deseo de la belleza eterna está muy presente. Tanto es así, que el número de operaciones de cirugía estética ha ido en aumento en los últimos años. Una sonrisa bonita es un rasgo con el que muchas personas sueñan, y gracias a las mejoras en odontología es algo posible para cualquiera, aunque su genética o sus hábitos le privaran de ella en un principio. Las distintas técnicas de blanqueamiento dental pueden bajar el tono de unos dientes amarillos, devolviéndoles el blanco soñado, y soluciones como las carillas dentales pueden cubrir un diente que ha sufrido una rotura o una mancha permanente. También han evolucionado las ortodoncias, apartando un poco los brackets metálicos para dejar sitio a los brackets zafiro, que al ser transparentes se ven mucho menos, o aparatos como la ortodoncia lingual o el invisalign, casi del todo imperceptibles.

Pero el cuidado de la boca va mucho más allá de la estética y de lucir una sonrisa perfecta. Una buena salud bucodental ayuda a prevenir multitud de enfermedades, además de por supuesto, las caries. Por eso, es importante mantener una correcta higiene, pero no sólo con el cepillado, sino también acudiendo al dentista para revisiones periódicas y en los casos que sea necesario por urgencia. Estudios del  Instituto Dental del King’s College de Londres (Reino Unido) han concretado que las personas que tienen ‘fobia dental’ o miedo patológico al dentista, tienen una peor calidad de vida que las que no lo tienen, ya que los problemas de la boca repercuten de forma directa en la salud en general.

Es importante saber que el cuidado de los dientes no sólo es para sentirse mejor ante el espejo, sino para evitar infecciones y otros trastornos que pueden ir a más si no se tratan a tiempo. Por eso se recomienda ir a la clínica dental mínimo dos veces al año para prevenir y mantenerse sanos.