NAVIDAD Y TRATAMIENTOS FLASH: LA CUENTA ATRÁS PARA RECUPERAR LA BELLEZA

Devolver la juventud y la luminosidad al rostro casi al instante es posible. Cuando tenemos un acontecimiento especial, un evento, etc., siempre nos gusta vernos aún más espectaculares. Muchas veces, el cansancio o incluso los nervios pueden hacer que nuestra piel se muestre sin luz, apagada y mate. 

 La pérdida de luminosidad se produce cuando se acumulan células muertas en la superficie de la piel y esto lleva una disminución de la misma, tanto en la epidermis como en la dermis apareciendo la piel opaca.  

 El tono o color de la piel dependen de su contenido en melanina y de la concentración de hemoglobina de los vasos sanguíneos. Cuando la luz incide en la piel, absorbe el color de la hemoglobina y la superficie cutánea refleja ese color que vemos por transparencia. Cuando la circulación es óptima, se ve un color rosado y saludable.  Si la circulación es menos eficaz, el color rojizo se ve menos y la piel presenta un tono cetrino.  

 Se ha demostrado que el paso del tiempo, no es tan determinante a la hora de tener una piel más o menos luminosa. Sin embargo, cada vez vemos que los malos hábitos como exponerse al sol en exceso, fumar, beber alcohol habitualmente, la mala alimentación y no realizar ejercicio, son más determinantes a la hora de tener una piel luminosa e hidratada. 

 Para  recuperar  la  luminosidad  de  rostro  debemos  realizar  una  exfoliación semanal  para  eliminar  células  muertas,  aplicar  las  mascarillas  de  noche, que es cuando la piel tiene más capacidad de regeneración; llevar una vida sana en general, no fumar, no beber alcohol en exceso, no exponerse al sol, dormir  7  horas  al  día  o  más;  realizar  deporte  regularmente  y  tener  una alimentación  sana,  como  por  ejemplo,  tomar  alimentos  drenantes  con efectos  depurativos  como  son  la  piña,  alcachofas  y  espárragos.  Evitar las manchas solares tomando yogures, quesos o legumbres.  Tomar antioxidantes en forma de frutas y verduras frescas de colores vivos, evitar los fritos y el exceso de grasas porque contienen radicales libres. Beber 2 litros de agua al día, disminuir los hidratos de carbono de absorción rápida como son los azúcares añadidos, refrescos o dulces.  Tomar alimentos antioxidantes como el tomate, las uvas o las zanahorias y comer más pescado que carne.

 El tratamiento médico más adecuado para devolver la luminosidad al rostro desde fuera, sería el láser CO2 fraccionado, el cual elimina las capas más superficiales de la piel, aportando luminosidad, favorece el crecimiento de piel nueva, y además activa la formación de colágeno.  La radiofrecuencia activa la formación de colágeno y nos aporta reafirmación y luminosidad. 

Con respecto al número de sesiones con el láser, dependerá de la intensidad a la que lo apliquemos, así podremos pautar una sola sesión o varias, en cuyo caso las haremos cada 40 días y los efectos del láser duran años.

Otro tratamiento a aplicar sería la radiofrecuencia, ya que activa la formación de colágeno y nos ayuda a tensar y a recuperar las capas más superficiales de la piel.  Para las próximas Fiestas, aporta  un efecto “flash”. 

Por  otra  parte,  habría  que  destacar  el  peeling.  Es  una  técnica  que  se emplea  para  mejorar  el  aspecto  de  la  piel  a  través  de  la  renovación acelerada  de  las  capas  más  superficiales  de  la  piel  (exfoliación)  y  la reparación de las capas más profundas.  

Las indicaciones habituales de los diferentes tipos de peeling son: disminuir la profundidad de las arrugas, controlar el exceso de grasa y la inflamación propia de las pieles acnéicas, mejorar las manchas oscuras de la piel y homogeneizar el tono de la misma, atenuar marcas de acné y estrías, aclaramiento de la piel en las ojeras, etc. En líneas generales, para mejorar/ recuperar la luminosidad y la renovación celular.  Siempre con un diagnóstico personalizado.  

Los tipos de peeling variarán según la profundidad de acción de los agentes químicos utilizados, de este modo los clasificaremos de la siguiente forma: 

Superficial:   para tratar líneas finas de la piel, mejorar pieles grasas y poros dilatados, homogeneizar el tono y coloración de la piel, hidratar, aportar luminosidad y mejorar la pigmentación en las ojeras. 

 Medio: cuya finalidad sería tratar arrugas, mejorar manchas oscuras en la piel y estrías.  

Profundo:  se utiliza para tratamiento de manchas severas en la piel y cicatrices.  

Según la técnica empleada puede ser: mecánico (láser), químico (agentes abrasivos) y físico (lijado). Actualmente usamos combinaciones de diferentes ácidos para maximizar el resultado y minimizar los efectos secundarios. Entre ellos destacamos: 

–Alfahidroxiácido:  Son ácidos de frutas que sirven para exfoliar la piel, mejorando las manchas de la edad, melasma y arruguitas finas. 

–Ácido ferúlico:  Tiene propiedades antioxidantes, protegiéndonos de los efectos nocivos del sol, así como por su acción antiinflamatoria es útil en el acné inflamatorio.

 –Ácido kójico: Es un agente despigmentante de la piel; ideal para mejorar las manchas ocasionadas en la piel por desequilibrios hormonales o la exposición al sol. 

–Ácido glicólico:  Se extrae de la caña de azúcar.  Es una molécula de pequeño tamaño que penetra fácilmente en la piel. Se usa para mejorar las manchas, envejecimiento y acné no inflamatorio. 

–Ácido salicílico: Se extrae de las hojas del sauce. Penetra fácilmente en los poros de la piel y tiene efecto antiséptico, con lo cual está indicado en lesiones inflamatorias del acné. 

–Ácido mandélico: Se extrae de las almendras y es menos irritante que el glicólico. Se usa en pieles sensibles para tratar manchas y acné. 

–Ácido retinoico:  Estimula la formación de colágeno y reduce los poros dilatados. Es útil para tratar el envejecimiento cutáneo.  

–Ácido triclorocético:  Produce coagulación proteica y síntesis de colágeno. Indicado en pieles fotoenvejecidas y cicatrices profundas. 

Otros tratamientos importantes para dar luz y resplandecer el rostro desde dentro serían:  

 Mesoterapia facial con vitaminas: tratamiento cuya finalidad es revitalizar la piel.  Consiste en inyecciones intradérmicas de vitaminas y antioxidantes. 

Ácido hialurónico de hidratación: tratamiento que consiste en infiltraciones subdérmicas de ácido hialurónico no reticulado cuya finalidad es atraer agua para hidratar y resplandecer la zona a tratar. 

Existen también algunos ingredientes cosméticos que nos ayudan a devolver la luz al rostro como son los alfahidroxiácidos como el glicólico o el láctico, que son productos exfoliantes para eliminar las células muertas de la superficie de la piel. Despigmentantes que aclaran el tono de la piel como la hidroquinona, sustancias antioxidantes, que son antirradicales libres y protegen la estructura de la piel como son la vitamina C, la vitamina A y la vitamina E. 

Por último, podríamos añadir el bótox, que no tiene un resultado inmediato como los peelings o la radiofrecuencia, pero que sí puede ser utilizado 4/5 días antes del momento en el que nos interese estar especialmente radiantes, y los efectos se apreciarán notablemente. 

Información:
Dra. García Maroto
Clínica de la Fuente
Hospital Ntra. Sra. del Rosario
Príncipe de Vergara, 53 2ªpl 
28006 Madrid
www.clinicadelafuente.es