Operación rescate de la piel

Trata el fotoenvejecimiento, manchas, cicatrices y lesiones pigmentadas con Láser CO2 Fraccionado, Terapia fotodinámica, Luz Pulsada o Radiofrecuencia con agujas

No siempre que un paciente acude a la consulta del especialista en estética lo hace por un problema concreto del tipo arrugas, flacidez, ojeras o labios finos, por ejemplo. Muchas de ellas son más generales y, si cabe, más imprecisas, ya que se deben a factores ligados al foto envejecimiento, un deterioro de la piel que se manifiesta en arrugas, manchas, flacidez, tono apagado, deshidratación… y se agrava fundamentalmente por el exceso de sol acumulado a lo largo del tiempo.

Por eso, la Unidad de Láser del Grupo Pedro Jaén, la más avanzada y mejor dotada tecnológicamente a nivel privado de toda Europa, propone una operación de rescate de la piel para incidir sobre todos estos factores y lograr un efecto revitalizador integral.

Se trata de aplicar tratamientos que reparen este daño cutáneo desde el interior estimulando los mecanismos de regeneración de la piel, basados fundamentalmente en incrementar la producción de colágeno y elastina (dos sustancias que dan firmeza y textura a la piel), lo que además consigue un resultado completamente natural.

“No se trata de corregir ningún defecto o de mejorar algún rasgo concreto, sino de verse bien en general, con un aspecto fresco, descansado… lo que generalmente conocemos como un efecto buena cara integral”, explica el Dr. Pablo Boixeda, miembro de la Unidad de Láser de Grupo Pedro Jaén La Moraleja y uno de los mayores expertos en láser clínico y estético a nivel internacional. Una evidencia que ha quedado reflejada en la concesión del premio Leon Goldman por parte de la Asociación Americana de Medicina y Cirugía Láser (ASLMS, sus siglas en inglés) debido a su impecable trayectoria en la aplicación, investigación y formación con procedimientos y tecnología láser.

1. Diagnóstico personalizado

Para lograr ese efecto buena cara, los especialistas del centro llevan a cabo en primer lugar un diagnóstico personalizado asistido por la tecnología más avanzada (dermatoscopio digital, sistemas de fotografía con luz polarizada…), disponible en su Unidad de Diagnóstico por Imagen. Este primer paso es fundamental porque permite evaluar el fotodaño a todos los niveles, incluso el que se ha producido en las capas más profundas de la piel, identificando así cuáles son las necesidades específicas de cada paciente. “De esta manera podemos ofrecer exactamente lo que cada caso necesita, que es la mejor manera de lograr un mejor resultado y una mayor satisfacción para el paciente”, aclara el Dr. Boixeda.

Una ventaja adicional de los equipos de diagnóstico es que aunque en un principio se utilicen para evaluar problemas estéticos, gracias a su gran precisión se pueden detectar lesiones potencialmente malignas y tumores cutáneos en sus fases más precoces, un factor determinante en el pronóstico del cáncer de piel, patología en cuyo diagnóstico, tratamiento y seguimiento, Grupo Pedro Jaén es referente desde hace muchos años.

1. Combinaciones novedosas de procedimientos médicos

Una vez que se ha evaluado el daño sufrido por la piel y cuáles son los factores del fotoenvejecimiento que requieren mayor atención, la clave para tratarlo está en utilizar combinaciones novedosas de procedimientos médicos capaces de actuar a un nivel profundo de la piel, pero cuyos efectos se reflejen también externamente y se prolonguen a medio y largo plazo.

Láser CO2 Fraccionado, Terapia fotodinámica o Luz Pulsada

Así, según la valoración del especialista, se puede utilizar el láser C02 fraccionado para actuar sobre las capas más profundas de la piel ayudando a su regeneración natural a partir de la estimulación de los fibroblastos y de la generación de nuevo colágeno o recurrir a la combinación de láser de picosegundos (el equipo más efectivo para tratar problemas de pigmentación, manchas y melasma); así como terapia fotodinámica, un tratamiento usado tanto en dermatología clínica (cicatrices, acné, rosácea, lesiones premalignas…) como estética (arrugas, manchas…) para mejorar todos los signos de fotodaño de la epidermis.

La ventaja que ofrecen las versiones más avanzadas de estos equipos es que logran la máxima eficacia con la mínima cantidad de efectos indeseados. De hecho, la recuperación total se produce en apenas 2-3 horas, en las que el paciente solo tiene la cara roja.

La luz pulsada, otro recurso interesante en esta especie de puesta a punto, consigue una mejoría integral en cuanto a manchas, rojeces y producción de colágeno. “Es un tratamiento clásico que ha evolucionado muy positivamente en los últimos años y que sigue siendo un gran aliado en nuestras consultas”, refiere Boixeda.

1. Tratar manchas, cicatrices y lesiones pigmentadas

Muchos pacientes presentan lesiones pigmentadas, manchas solares, melasma cicatrices, marcas de acné… que empeoran su apariencia y el estado de su piel tras la exposición solar. En estos casos la Unidad de Láser puede recurrir al ya mencionado Láser Co2 para mejorar la calidad de la piel y complementarlo con la tecnología láser de picosegundos, un equipo que ha supuesto una verdadera revolución con respecto al tratamiento de alteraciones de la pigmentación, las manchas cutáneas, las cicatrices e, incluso, la eliminación de tatuajes.

Este tipo de láser genera un daño controlado a nivel muy profundo sin alterar la epidermis, actuando sobre el pigmento de manera muy selectiva para eliminarlo de manera más eficaz que sus predecesores. Además, es eficaz estimulando la regeneración de colágeno por lo que también resulta ser un aliado esencial en los tratamientos de rejuvenecimiento. Finalmente, se trata de un láser apto para cualquier fototipo que no tiene restricciones estacionales, es decir, se puede hacer en cualquier época del año.

En este sentido, también es posible recurrir a la Radiofrecuencia con agujas, una tecnología recientemente incorporada a nuestra Unidad de Estética Facial. La radiofrecuencia con microagujas logra un rejuvenecimiento y remodelado facial haciendo llegar la energía de radiofrecuencia hasta el tejido subdérmico a través de una matriz de pequeñas agujas. Los micropinchazos, unidos al efecto calor, estimulan la síntesis de colágeno y fibras elásticas, tensan la piel y mejoran el mecanismo de renovación de la piel desde el interior. Esta tecnología puede tratar arrugas finas y dinámicas, cicatrices de acné, poros dilatados, alteraciones de la textura cutánea y flacidez.

1. Medicina regenerativa: Plasma Rico en Plaquetas

No obstante, si nuestro objetivo es conseguir lo que conocemos como “una buena piel” no podemos dejar de mencionar la medicina regenerativa. En este sentido, la bioestimulación con Plasma Rico en Plaquetas (PRP) se ha convertido en un excelente aliado a un nivel tanto clínico como estético, tal y como han comprobado varios profesionales del Grupo Pedro Jaén en investigaciones publicadas en revistas de prestigio. Este tratamiento se lleva a cabo extrayendo al paciente una muestra de sangre de la que, mediante un proceso de centrifugado, se aísla la fracción plaquetaria, que es rica en factores de crecimiento, y es la que se inyecta en toda la superficie facial.

La inyección de este derivado sanguíneo mejora la hidratación profunda de la piel y estimula la producción de colágeno y elastina, lo que se traduce en una piel más luminosa, turgente y de mejor calidad sin riesgo de alergias ni rechazo, ya que esta sustancia procede de la propia sangre del paciente.

Cualquier momento del año es bueno para llevar a cabo estos tratamientos de rejuvenecimiento, pero resulta especialmente adecuado una vez finalizado el verano, a comienzos del otoño o al iniciar el año, ya que según el caso puede ser necesario repetir este tratamiento cada tres o cuatro meses.

Dr. Pablo Boixeda.