¿Por qué las dietas no funcionan?

Las dietas, sea cual sea, sabemos muy bien que a largo plazo no funcionan. Nos mantienen atados a las balanzas, contando calorías, o renunciando a lo que nos apetece, porque no tenemos ni idea de lo que nos engorda.

A veces, parece como si nuestro cuerpo, tuviera vida propia, no sabemos el porqué y un día nos hemos engordado o hinchado con tan solo tomando una ensalada o dos piezas de fruta.  ¿Qué nos pasa?

Hay curas de todas clases, que lo único que nos harán será momentáneamente:

• reducir el líquido en nuestro cuerpo
• dejarnos hambrientos por carbohidratos de buena calidad, (nuestro cuerpo necesita glucosa para poder generar energía)
• desmineralizarnos totalmente
• producir una calidad de sangre ácida,
• un sistema nervioso débil,
• unos huesos débiles y desmineralizados
• producirnos muchas “ansias y apegos por ciertos alimentos” que antes no teníamos, y que son el resultado de carencias en nuestro cuerpo.

Por tanto, creo que el precio a pagar es muy alto.

Reglas de oro para perder peso

1. Desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo.
2. Si deseas depurar, elimina las impurezas de tu alimentación
3. Si deseas perder grasa, deja de comerla
4. Las proteínas son los tabiques de tu templo, si deseas menos peso, reduce la cantidad de proteína, especialmente la de origen animal.

Es importante comer cada día la cantidad que necesitamos con variedad, pero respetando estos parámetros de salud.

El cenar tarde tiene muchos inconvenientes:

• Crea una acumulación que afecta a nuestro hígado y vesícula biliar
•  Es tan nocivo como comer carne
• Hay que utilizar las horas de descanso para reparar el sistema nervioso, no para digerir la cena.
• Puede generar insomnio.
• Si cenamos tarde, nos levantaremos cansados y malhumorados.
• Piensa que, para llegar del comedor a la cama, no hace falta una cena copiosa
• Nuestro metabolismo es más lento hacia la noche, por lo que todo lo que comamos tendrá la tendencia de acumular.
• Evitar totalmente, tomar ninguna proteína de origen animal.

Cada alimento sea sólido o liquido tiene un efecto, crea una reacción en nuestro cuerpo. Depende de nosotros el escoger unos u otros, somos los creadores de nuestra realidad. Lo importante es no quedarnos apegados a una alimentación a nivel sensorial, de “me gusta” o “no me gusta”.

Alimentos con efecto acumulativo

Si deseamos depurar, tendríamos que eliminarlos:

• Alimentos con grasa saturada (bloqueante): todas las carnes, aves, embutidos, jamón, todos los quesos, huevos
• Excesos de sal y condimentos salados
• Horneados de harina y pan

Alimentos con efecto de hinchazón

• Altos en calorías: alcohol, bebidas gaseosas azucaradas, néctares de frutas, azúcar, chocolate, pastelería, bollería, helados, miel, sirope de arce, azúcar de caña, fructosa, sacarina, mermeladas con azúcar…

• Producen enfriamiento, hinchan, expanden intestinos y producen retención de líquidos:

Exceso de frutas tropicales y locales, zumos, verduras solanáceas (tomates, pimientos, patatas y berenjenas), helados, bebidas o comidas frías, leche de soja, tofu crudo, leche y yogures, kefir, alcohol y exceso de ensaladas crudas.

• Altos en grasa saturada y con efecto enfriante (congelación de las grasas en nuestro cuerpo)

Leche, mantequilla, nata, yogures, kefir, quesos blandos y cremosos, helados, también se podría considerar un exceso de aceite crudo…

Una alimentación natural y consciente, nos da el conocimiento de las reacciones de los alimentos, enseñándonos a escoger con más sencillez y libertad. Recomiendo utilizar una alimentación sana y natural, basada principalmente en ingredientes del reino vegetal:

• Cereales integrales, para darnos energía y vitalidad
• Legumbres y proteínas vegetales
• Pescado
• Frutos secos y semillas, nos aportan buena calidad de grasa
• Verduras y frutas de la estación, nos aportan fibra, clorofila, minerales.
• Verduras del mar (algas), regulan el pH de la sangre, tonifican el sistema nervioso, huesos, músculos y nos depuran de la radioactividad.

Sugerencias simples para depurar y ayudar a perder peso:

• Utiliza rabanitos y nabos, tanto crudos como en cocina. Empieza a utilizarlos en lugar de patatas. También utilizados un 40% de ellos en cremas y purés de verduras.

• Verduras depurativas: alcachofas, espárragos, remolacha, endibias, hinojo, apio, setas y champiñones.

• Verduras de hojas verdes frondosas e intensas, tales como la col verde, brócoli, puerros, apio, borrajas, berros, hojas de los nabos, rabanitos, etc. y cocinadas muy ligeramente “al dente”. Aprende a hacer ensaladas tibias, ya que aportaran una cantidad muy importante de fibra, clorofila, calcio y hierro.

• Utilizar a menudo: jengibre fresco, ajo y especias, así como variedad de hierbas aromáticas frescas (perejil, cebollino, albahaca, menta, cilantro…)

• Aprende a cocinar verduras de raíz y redondas de forma que se intensifique su dulce natural (vapor, estofado, horno, salteado largo, mantequillas), así no estaremos tan apegados a los azucares refinados.

• Utilizar el aceite de sésamo en lugar del de oliva (menos graso)

• Bebidas depurativas: empieza cada día a tomar por la mañana un licuado de:

-zanahoria y manzana,

-zanahoria, manzana y apio,

-zanahoria, apio y unas gotas de limón,

– té verde,

– infusiones hepáticas. 

• Incluye las proteínas vegetales de formas diversas y gustosas.
• Las algas o verduras del mar: su uso es imprescindible e insustituible en cualquier alimentación natural y sana. Recomiendo utilizar variedad de ellas, especialmente las más ligeras.

El mejor momento para adelgazar

El mejor momento del año para perder peso, desprenderse, diluir las grasas existentes, es a principios de la primavera hasta finales del verano. En estas dos estaciones, el cuerpo esta más abierto, flexible y predispuesto al cambio.

Información:

Montse Bradford

Experta en Nutrición Natural y Energética

Revista Vida Estética- Edición Mayo