Sal del bloqueo y la falta de ideas en tu negocio de estética

El bloqueo, el “no sé qué estoy haciendo mal en mi negocio de estética”, o el “no salen las cosas como me gustaría y se me han acabado las ideas” son frases que escucho más a menudo de lo que me gustaría en mi día a día.

La buena noticia es que no estás haciendo nada mal, sino que no te han enseñado qué es lo que tienes que hacer. ¡Ojo! Y que ninguno nace aprendido.

¿Te has planteado cómo sería tu vida si supieras lo que tienes que hacer en cada momento en tu negocio? Te doy las claves.

Sería todo mucho más sencillo, lo sé. Así que vamos a ver punto por punto cómo puedes dejar atrás el bloqueo y empezar a trabajar movida por objetivos, y enfocada a proceso en lugar de resultado.

Tu propósito de vida

Lo primero de todo que debes hacer para vencer este bloqueo es una reflexión sobre si tu trabajo te motiva, es tu motor de vida, te apasiona y sientes que has nacido para ello.

No te quedes en el sí o el no. Es importante que lo profundices porque será lo que te va a dar la fuerza y la motivación que necesitas para salir del espacio en el que estás. Recuerda, estás intentando dejar atrás un bloqueo que te impide avanzar con tu negocio de forma abundante.

Hay una forma sencilla de saber si la estética es tu propósito de vida: analiza si cuando estás desempeñando tu trabajo estás en tal punto de conexión que pueden pasar dos horas y ni te has enterado. ¿Sientes que estás aportando un valor y una transformación tal a tu cliente que hace que valga la pena? ¿Estás en ese punto? ¡Enhorabuena! ¿No lo estás? Regálate una charla sincera contigo misma.

“Mi gran visión”

Ahora que ya sabes lo que realmente te mueve y te hace sentir conectada con lo más profundo de tu ser y con el mundo, te invito a que te pongas un poco terrenal.

¿Te has planteado alguna vez cuánto quieres cobrar al mes?

Y déjame que matice con el “cuánto quieres cobrar al mes” y no “cuánto crees que puedes cobrar al mes”, son dos cosas muy distintas, empieza a mentalizarte si quieres trabajar tu abundancia. ¿En qué lo vas a gastar/invertir? Haz una lista detallada, si lo escribes estarás empezando a dar forma a tu deseo y a aterrizarlo, a ponerle conciencia y, por lo tanto, a ponerle foco.

Y ahora, razona ¿por qué quieres ganar esa cantidad y no otra? ¿Por qué es importante para ti? Aquí no hay respuestas buenas o malas, eres merecedora de todo lo bueno que pase en tu vida. Todas las respuestas son válidas si están alineadas contigo y con tu esencia.

Saber hacia dónde quieres apuntar, te va a ayudar a que trabajes enfocada. No te juzgues por ser ambiciosa y querer y aspirar a ganar más dinero. El dinero es abundancia, es libertad y es una herramienta que te permite llegar a más gente y ayudar a más clientes. En definitiva, potencia que puedas seguir conectada con tu propósito de vida.

Pon objetivos y tendrás el camino iluminado

Ahora que ya tienes claro el qué y el para qué, mentalmente ya tienes más fuerza para poner el foco que ilumine con intensidad tu negocio.

¿Cuál es tu objetivo? Es básico que lo determines para trabajar enfocada. ¿Captar clientes? ¿Fidelizar? ¿Ampliar el centro para poder facturar “x”? ¿Aumentar las ventas de producto “x%”? Piensa detenidamente el tuyo, ponle un número, sé realista y ten claro cuál será el medidor que te indicará que has logrado tu objetivo.

Hay muchas teorías para trabajar los objetivos: anuales, semestrales, trimestrales….

Mi experiencia me dice que cuando trabajamos a año vista, la desmotivación se adueña de nosotros rápidamente. Por lo que mi consejo es trabajar objetivos a 12 semanas, es decir, por trimestres.

La ventaja de trabajar a 12 semanas es que te ayuda a eliminar el caos mental (responsable  en parte de tu bloqueo y falta de ideas), anticipas el logro porque no pierdes de vista tu fecha y al tener fechas límites marcadas, procrastinas menos. Recuerda, además, que tienes muy claro cuál es tu propósito de vida y tu gran visión que te dan impulso para centrarte en la consecución de tus objetivos.

Planificar es sinónimo de éxito

Ahora que ya tienes claro tu objetivo, ¿qué vas a hacer para conseguirlo? Por ejemplo: Objetivo 1. Fidelizar clientes y aumentar x% el ticket medio.

Aquí ha llegado tu momento “Equipo A”, es decir, necesitas un plan de acción con el paso a paso. A cada acción que quieras hacer, debes adjudicarle una fecha específica para adquirir compromiso real contigo misma. Y de esa fecha hacia atrás, ubica en el calendario todas las tareas que debes hacer para poder estar lista en plazo.

Otra sugerencia es que a partir de ahora dividas tus actividades según si son: estratégicas, generales o de relajación.

Las estratégicas son las que traen dinero de forma directa a tu negocio (marketing, ventas, relaciones con los clientes o las que son tu mayor responsabilidad… ojo NO la cabina), las generales son tareas tipo mails, confirmación de citas, administración, proveedores…, y las de relajación son de tiempo para ti, de desconexión (aunque sea 30 minutos al día, debes obligarte a tener un espacio solo para ti, es cuestión de salud mental y emocional, del que también saldrá beneficiado tu negocio).

Las actividades estratégicas deberían ocupar el 60% de tu jornada para ser realmente productiva.

Trabajar con planificación te hará sentir que estás en control. Saber que no estás dejando al azar nada de tu negocio de estética, te dará un estado de relajación mental importante donde verás que todo fluye de manera natural.

Como experta en marketing y ventas, puedo asegurarte que hasta que no tengas estos puntos bajo control, ya puedes contratar a la mejor agencia de tu ciudad para que te haga un plan que la implementación no va a cuajar. Te animo a que hagas un cambio de chip si todavía no lo has hecho y empieces a buscar las soluciones dentro de ti, ahí se esconde el potencial de tu negocio.

Fuente: 

Yvonne López Balmaña – Experta en marketing y ventas para profesionales de la estética

www.yvonnelopezbalmana.com

@yvonnelopezbalmana