SILVIA OLIETE, EL ÉXITO ES PASIÓN Y HONESTIDAD

Silvia Oliete se ha convertido durante sus 25 años de carrera en una de las facilistas más importantes de nuestro país a base de pasión y honestidad.  Directora y fundadora de Blauceldona, nos explica en esta entrevista qué tienen sus tratamientos manuales qué tanto enamoran y qué valores le han llevado hasta aquí.

¿Por qué decidiste dedicarte a la estética?

Siempre me gustó todo lo relacionado con cremas, maquillaje, fragancias, así que cuando acabé COU comencé a estudiar Estética, y cambió mi vida porque por fin me gustaba estudiar. Era feliz con cada clase de anatomía, de músculos, de tipos de piel, de corrientes galvánicas; llegó por fin algo que me interesaba de verdad.

¿Qué papel ha tenido y tiene la formación en tu carrera?

El papel más importante porque con la formación aprendes a poner en práctica todo lo que te enseñan, ves resultados, reacciones en la piel, y acabas sabiendo que tecnología o ingredientes debes aplicar y con qué tendrás mejor resultado. Estamos acostumbrados a trabajar en un sector que se mueve muy rápido, lleno de novedades.

¿Qué cosas de toda la vida siguen estando vigentes para ti?

El vapor, la lupa, la alta frecuencia, la lampara de Wood, la presoterapia. ¡Son básicos que nunca eliminaré de mis centros!

¿En qué consiste tu emblemático masaje de remonte?

Es un masaje creado en base a reacciones que he tenido en pieles bajo mis manos en estos 25 años y después de unos 45000 faciales en mi carrera profesional como facialista. Es un masaje de roce y levantamiento, y con el movimiento rozas la piel casi sin presión con un ligero gesto de muñeca hacia arriba, como si peinaras un terciopelo. Es un masaje que tiene un ritmo relajante pero muy activo, la piel no se pone nada roja, sin embargo, sube de 2 a 3 grados de temperatura, por lo que creamos una neocolagénesis que repulpa nuestro tejido dándole un brillo especial, la luz que todo el mundo pide al entrar en mi centro.

¿Por qué decidiste diseñarlo?

Porque hay un reclamo de luminosidad en mis clientes, de reafirmar, de resultados buenos con faciales manuales. Hay muchísima gente que quiere su piel estupenda, bonita, reafirmada sin necesidad de poner bótox, ni hilos tensores, porque son incapaces de ponerse en manos médicas, no les compensa. Es un cliente que busca la belleza natural y se ha de respetar. También porque se ha puesto de moda la radiofrecuencia para activar desde el interior la piel y crear un colágeno nuevo, y en mis centros ahora tenemos cuatro tipos, dependiendo de las pieles confeccionamos un protocolo a medida con una u otra. Yo pretendo hacerlo manual, y lo hemos conseguido.

¿Qué tienen las técnicas manuales que no tiene la aparatología?

El masaje siempre será masaje porque, sin duda, te gusta más que te toque una mano que una máquina y el resultado es espectacular haciéndolo manual, así que hay clientes que piden manual antes de aparatología. También opino que la aparatología a veces tiene contraindicaciones, las manos no. Para clientes que llevan marcapasos, implantes, o que tienen enfermedades con las que tienen prohibido la aparatología, es una buenísima opción

¿Qué tipo de tratamientos facial y corporal son para ti fundamentales?

Sin duda, como facial, una higiene. En mis centros es casi obligada antes de hacer nada más. Necesitamos tener la base limpia para actuar. En corporal también te diría que una exfoliación antes de empezar a trabajar con nada.

Cuentas con dos centros y además, acabas de abrir un espacio en el prestigioso Hotel Mandarin, ¿cuál es tu papel en él?

Mi papel en el primer Blauceldona en Provenza fue darme a conocer como facialista, en el segundo fue una búsqueda por falta de espacio y por mi lista de espera, ya que muchas clientas se quejaban por no poder tener horas para poder empezar un tratamiento y debían esperar hasta 15 días. Entonces abrí en Muntaner pudiendo ofrecer una maravillosa terraza en la que antes o después del tratamiento disfrutas de un espacio bonito para relajarte aún más y en el que cada 15 días celebramos “la terraza talks”. Es un espacio en el que doy talks interesantes sobre nutrición, deporte, psicología, arte, moda, belleza con diferentes firmas de lujo de la ciudad. Ahora en Hotel Mandarin Oriental, Barcelona puedo ofrecer disfrutar de un spa maravilloso antes o después del tratamiento, además de estar ubicada en el mejor enclave de la ciudad, Paseo de Gracia.

¿Qué crees que le falta al sector? ¿Qué nuevos retos debería abordar?

Le falta más profesionalidad, hay que crear escuela, aprender la profesión maravillosa que tenemos entre manos, con más pasión, con más motivación, con más práctica. Cada una debe crear un protocolo en el que esté lo mejor de cada sector: masaje, láser, manicura, drenaje  y dar buenas clases prácticas basadas en la experiencia.

¿Como definirías la esencia Blauceldona?

Exclusividad, lujo, mimos, porque es todo lo que necesitas para estar bella. Hacemos a las personas más felices.

¿Cuáles son tus principales valores?

No engañar, saber siempre que expectativas tiene el cliente, y que sean reales. Si el cliente no va a hacer bien el tratamiento por alguna razón de tiempo, presupuesto u otra causa, decirle que no es su tratamiento. Porque si no da resultado, no sirve para nada. Es mejor no hacerlo. Ser sincera y saber dónde podemos llegar y dónde no, pero eso te lo da la experiencia o un buen maestro.

Este año celebras tu 25 aniversario como facialista ¿qué perspectiva tienes de tu carrera?

Seguir en la misma línea, con la mejor tecnología que sale al mercado y que ofrece estupendos resultados y seguir dando mimos, excelencia y resultados a mis clientes con un trabajo perfecto de mis esteticistas.

¿Qué valores te han hecho llegar hasta aquí?

El valor es poder ofrecer lo mejor siempre, estoy en búsqueda constante y en continua formación.

¿Como vas a celebrarlo?

Con una fiesta maravillosa en la que quiero que acuda la gente que me ha estado acompañando todo este tiempo, gente del pasado y del presente, que han llegado a mi vida y se han quedado para siempre, gente que me quiere y que quiere celebrar años conmigo y con Blauceldona, mi pasión.