REGENERACIÓN CUTÁNEA: ESTRENANDO LA PIEL

Con el día a día, la piel se ve expuesta a diversos factores externos (sol, alcohol, tabaco, alimentación inadecuada, cosméticos inadecuados…) e internos (cambios hormonales, genética…) que hacen que se vaya desgastando y aparezcan los distintos signos de envejecimiento. Este proceso es algo inevitable pero hoy en día contamos con una serie de tratamientos destinados a intentar revertir ese daño y volver a lucir una piel luminosa y de aspecto sano.
Actualmente todas estas técnicas son una parte de la medicina conocida como regenerativa, cuyo objetivo es regenerar el tejido cutáneo y conseguir ese aspecto juvenil que aporta una piel sana.

Mesoterapia
En cuanto a las distintas técnicas con las que contamos hoy en día, contamos con la mesoterapia de plasma rico en plaquetas, que podríamos considerar como la estrella de los tratamientos regenerativos. Este procedimiento consiste en extraer nuestra propia sangre, que se somete a un filtrado para obtener ese plasma rico en plaquetas, que luego se pone en la piel a través de múltiples micropunciones, con el objetivo de aportar a la dermis un concentrado de plaquetas que contiene factores de crecimiento y proteínas activas. Con ellos se va a lograr un efecto regenerativo y de revitalización, a nivel local.

Durante los meses posteriores al tratamiento, esta respuesta de células madre estimula la producción de fibroblastos, que son los encargados de producir colágeno. Así se sustituye el tejido que ha sido dañado o perdido en el proceso de envejecimiento, consiguiendo una piel sana de aspecto rejuvenecido.

Una de las ventajas de esta técnica es que es específica para cada individuo, lo que la hace estar exenta de riesgo de rechazo o alergias. Puede realizarse en cualquier individuo, ya que no existen patologías que la contraindiquen.
En la piel, su uso en mesoterapia consigue un aumento de la luminosidad, tensado y tono. También se aplica mediante la técnica del blanching para rellenar las arrugas más finas, sobre todo en las patas de gallo.
El plasma rico en plaquetas también puede usarse en gel. El proceso de preparado del plasma y del gel es el mismo pero, en este caso, el obtenido rico en plaquetas se transforma en gel, obteniendo un preparado en esta textura que se aplica con una técnica distinta a la del plasma. Al tener una consistencia mayor, el gel no se usa a nivel generalizado en cara, cuello y escote, sino de forma localizada para rellenar arrugas y dar volumen, además de contener los mismos factores de crecimiento que el plasma consiguiendo esa misma estimulación de fibroblastos. Aunque es una técnica con forma de aplicación distinta a la del plasma, tiene las mismas ventajas, rapidez, nula inmunogenicidad y es mínimamente invasiva.
En resumen, la mesoterapia con plasma rico en plaquetas y el plasma gel son dos técnicas mínimamente invasivas, rápidas y que consiguen unos resultados inmediatos y una mejoría mantenida en semanas o meses.

Mesoterapia con vitaminas
Otra técnica para la recuperación cutánea es la mesoterapia con vitaminas. Se trata de un procedimiento en el que se hacen microinyecciones con un cóctel de distintas vitaminas, oligoelementos, antioxidantes, ácido hialurónico... Estas inyecciones son múltiples y alcanzan una profundidad de unos 4 mm. Es una técnica que lleva realizándose muchos años, con la que se consigue un aspecto rejuvenecido de nuestra piel. Esto se logra gracias a la estimulación de fibroblastos encargados de la síntesis de colágeno. La estimulación se consigue por el cóctel suministrado y por el propio estímulo mecánico de las microinyecciones. Es una técnica rápida y mínimamente invasiva, con la que se logran resultados visibles desde la primera sesión. Es perfecta para pieles apagadas por el estrés, cansancio o la exposición solar ya que aporta luminosidad, mejora la elasticidad y ayuda a corregir pequeñas imperfecciones.  

Dermapen

Se trata de un aparato que, mediante microagujas, produce una microperforación de la capa más superficial de la piel, creando pequeños canales por los que introducimos principios activos destinados a la regeneración cutánea. Con ello se logra un efecto lifting inmediato, una recuperación del equilibrio y luminosidad de la piel; y se obtiene una tez relajada y rejuvenecida.

Láser y dispositivos de luz

Cuando hablamos de láser, la mayoría de nuestros pacientes lo asocian al tratamiento de una lesión o patología concreta. Pero actualmente el láser va más allá y es una herramienta más en el rejuvenecimiento. El mecanismo por el que trabajan los láseres es por aporte de calor. En el caso de los dispositivos ablativos, generan una quemadura dejando zonas de piel sana adyacentes, por lo que se regenera la piel quemada consiguiendo una nueva y de aspecto rejuvenecido. Los láseres no ablativos no queman, sino que transmiten este calor depositándolo en las capas más profundas de la piel, dando lugar a la formación de nuevo colágeno y remodelación del ya existente. Todos ellos activan un mecanismo de regeneración y reparación que promueve la formación de una piel más firme y de más calidad, aportando un aspecto joven. ¿Cuando comenzar a realizar estas técnicas?

A partir de los 40 años es cuando se empiezan a notar los primeros signos de envejecimiento, manchas, arrugas, falta de luminosidad… por lo que es en este momento cuando están indicados estos tratamientos. Sin embargo, lo ideal es comenzar antes, para prevenir su aparición, y esto suele ser en torno a los 30 años. Pero los signos de envejecimiento cada vez vienen menos asociados a la edad y más a los llamados exposomas (la suma de todos los factores externos a los que se ve sometido nuestro genoma o información genética a lo largo de los días), es decir, al estado de la piel. Así, lo mejor es acudir a un especialista para una valoración completa. 

Información:
Doctora Elena Martínez Lorenzo
Dermatóloga
Clínica Pilar de Frutos
Pl. Alonso Martínez, 6 Bjo. Dcha.
28004 Madrid
Tel. 663.40.61.62
www.pilardefrutos.com