VIGILA TU ESPALDA ESTE VERANO

Sí, la frase nos suena a peligro, a amenaza de película. Más todavía si la leemos o en inglés, Watch your back. Parece entonces pronunciada por algún villano que quiere hacernos temer por nuestra vida. Estamos, por supuesto, exagerando, pero con un objetivo: llamar la atención sobre los peligros que supone para nuestra espalda el verano, sus actividades y los cambios de rutina.

El primer peligro, no dejan de recordárnoslo los dermatólogos, es la protección solar. Nos cubrimos de cremas que ofrecen distintos niveles de seguridad en relación a la radiación ultravioleta, pero la espalda ­( sobre todo si uno está sólo en playas o piscinas) siempre es más difícil de cubrir.

Por otro lado, según recientes investigaciones médicas, resulta necesaria una rigurosa información de los componentes de las cremas solares a aplicar. Un estudio publicado recientemente por la Agencia Americana del Medicamento se acaba de plantear si los ingredientes activos de los productos solares se absorben por el torrente sanguíneo. La respuesta es afirmativa, aunque la propia FDA debe continuar investigando el verdadero alcance de estos trabajos.

El siguiente peligro son los deportes de verano, que sólo hay que practicar si nos encontramos en forma, dependiendo de la práctica deportiva y también de nuestra edad. No deja de ser habitual que la gente se anime con la vela, el surf, el windsurf, deportes acuáticos en los que parece que el elemento, el mar, te ayuda en el desarrollo. La realidad es que son beneficiosos si se practican con regularidad y bajo supervisión, de otra manera no es infrecuente que produzcan contracturas muy dolorosas, pinzamientos e inclusos lesiones que pueden dar al traste con las vacaciones.

Si la montaña es el entorno elegido, lo más importante para mantener tu espalda sana es un buen equipamiento y una dosificación del esfuerzo. Si has decidido practicar deportes de montaña como nueva experiencia este año, que tu espalda no pague la novatada. Procúrate de un calzado adecuado a la actividad que vayas  a practicar y de una mochila preparada para repartir el peso en la espalda, de arriba abajo, y de izquierda a derecha. La norma general es no cargar más del 15% del peso corporal. Los bastones de senderismo te ayudarán a evitar lesiones y a mantener dicho equilibrio.

Pequeños peligros que pueden llegar a ser grandes.

Cada mes de junio regresa la chancla, un verdadero foco de lesiones.  No sólo por las torceduras de tobillo y esguinces, a la orden del día, sino por los problemas de espalda asociados a caminar con ellas. Este calzado está diseñado para la arena de la playa, no para el asfalto. Ni siquiera para el paseo marítimo. Son absolutamente planas, carecen de cualquier diseño anatómico y producen dolores que llegan hasta la zona lumbar.

Otro enemigo, y no precisamente oculto: el equipaje. Hay quien llega ya a su destino lesionado por cargar exceso de peso. Cuidado con las maletas, por favor. Es mejor repartir el peso en varias maletas o bolsa que estropear las vacaciones con una ciática.

En el  coche, muy importante, respetar la distancia de seguridad para evitar los choques traseros, que afectan sobre todo a la zona cervical  ya que impulsa hacia delante, primero, y luego hacia atrás  la cabeza de los tripulantes. El resultado de este movimiento es una lesión en las estructuras posteriores del cuello.

Y, ya casi al final, nos ponemos más serios. NADA de zambullidas peligrosas. NUNCA hay que tirarse ni al mar ni a la piscina en zonas poco profundas, ni aunque creas conocerlas. Puede no pasarte nada, tan sólo una rozadura, una contractura en la zona cervical, pero y, es una advertencia muy seria, pueden postrarte en una silla de ruedas de por vida. No es alarmismo, sino una realidad que cada verano arroja datos.

Por último, un consejo de los expertos que puede evitarnos algunas contracturas de tipo nervioso: rebajemos nuestras expectativas. Lo importante de las vacaciones es poder descansar,  estar a gusto y ser feliz. No nos pongamos el listón demasiado alto en cuanto a lo que nos vamos a encontrar en el lugar de destino. Nos estresaremos y,  ya sabe, estrés es igual a contractura muscular.

Fuente:

Ata pouramini – Quiropráctico y Autor de «Escuela de la Espalda». «Tú eres tu medicina».

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